Año
nuevo es la fecha indicada para olvidar todo lo malo del año que se nos
iba, era el momento perfecto para aumentar nuestras esperanzas para
obtener un año mejor. Olvidar los desastres, las tragedias, los
destrozos. Era la noche 'mágica' en que todos celebrabamos algo en
común, los distintos equipos de fútbol no importaban, los colores daban
lo mismo, Claro hasta que el alcohol se entromete.
Al
ver las noticias el 1 de enero y escuchar que hablaban de encapuchados,
guanacos, fuerzas especiales de inmediato pensé que quizás estaban
haciendo un recuento del año viejo, pero me equivoque copletamente. Todo
lo que hablaban se debía a un accidente que ocurrió la noche de año
nuevo en que una persona común y corriente se dirigía a un carrete y no
hayó la mejor idea de meterse en una calle repleta de gente y más encima
en contra del tránsito. A esa hora la gente era ama y señor de las
calles de Valparaíso y al ver el auto no encontraron nada mejor que
linchar al dueño del vehículo, pegandole en los vidrios, moviendo el
auto, queriendo sacarlo del auto para pegarle sólo por el hecho de
haberse metido en sentido contrario y 'andar en auto'. El joven se
asusto y apretó el acelerador en reversa atropellando a unos cuantos más
que celebraban y que eran parte del linchamiento público. Entiendo al
que manejaba yo también me hubiera asustado si una turba de inadaptados
empieza a romperme los vidrios, a querer sacarme del auto para pegarme.
No justifico quizás el hecho de que haya estado con alcohol y haya
manejado o la mala decisión de haber querido irse en auto sabiendo que
estaba todo colapsado, pero no hay justificación alguna para la poca
tolerancia de los que empezaron la turba, agredir a un hombre por el
sólo hecho de andar en auto donde estaba su 'carrete', unos gritaba
'quememoslo', otros le gritaban una cantidad de garabatos
irreproducibles mientras que los más civilizados tomaron al dueño del
auto lo protegieron y lo llevaron a carabineros, que como siempre no
estaban donde tenían que estar.
La
noticia me sorprendio bastante porque después de ese accidente el
ambiente de Valparaíso se transformo y fue como si hubieramos
retrocedido el tiempo y llegaramos a las marchas con los encapuchados,
es que no dejan ni siquiera un día en que no piensen en destruir, sólo
por el hecho de destruir. Realmente me indigna el pensar que existen
mujeres y hombres con pensamientos tan brutales. A cualquiera le podría
haber pasado y quienes somos nosotros para linchar a alguien que cometio
un error, me indigna la situación, me indigna la poca tolerancia de las
personas del siglo XXI.
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